Autocuidado Emocional: Qué Es y Cómo Practicarlo en tu Vida Diaria

El autocuidado como clave para una vida equilibrada y feliz

En este blog ya hemos hablado en varias ocasiones del autocuidado y de su importancia para nuestra salud y bienestar (“El autocuidado: qué es y qué beneficios tiene” o “Preguntas para evaluar mi autocuidado”) Hoy queremos centrarnos en el autocuidado emocional. Que puedas entender qué es e incorporarlo en tu día a día. Es importante aclarar que hay pautas y tips generales, pero lo más importante es encontrar la forma que se adapte a ti y a tu estilo de vida. No todas·os atravesamos las mismas dificultades ni nos encontramos en la misma situación. Autocuidado emocional también es reconocer los factores externos ajenos a nosotras·os que nos condicionan, para poder validar nuestra experiencia fuera de juicios y mensajes culpógenos.

¿Qué es el autocuidado emocional y por qué es tan importante?

El autocuidado emocional, como bien su nombre indica, tiene que ver con la atención y cuidado a nuestras emociones y necesidades emocionales. Para ello, primero de todo debemos aprender a identificar nuestras emociones para poder así atenderlas, expresarlas y finalmente regularlas.

Diferencias entre autocuidado y egoísmo: rompiendo mitos

Una creencia muy extendida es que priorizarse a una·o misma·o es un acto egoísta. Se entiende por egoísmo el exceso de amor hacia uno·a mismo llevando a pensar en el único interés de uno·a. Cuidarse no implica que no pensemos en los demás y que lo suyo no nos importe. Hace referencia a atender nuestras necesidades de forma que podamos estar en un equilibrio. Y aunque haya a veces que antepongamos otro aspecto (un compromiso o cuidar a un ser querido, por ejemplo) lo importante es que no sea la costumbre. Porque la realidad es que para poder cuidar y estar presente en nuestras relaciones o rendir en el trabajo o en algún otro compromiso, debemos antes cuidarnos para poder estar de una forma activa, presente y fructífera.

Una metáfora que ilustra esta idea muy bien es la máscara de oxígeno en los aviones. Si has viajado alguna vez en avión habrás visto la explicación que las azafatas y azafatos dan sobre la utilización de la máscara de oxígeno. Te indican que, en caso de emergencia, siempre te la pongas tú primero de forma correcto y después se la pongas a tu acompañante dependiente de ti o ayudes a otras personas. La explicación es que si tú no estás recibiendo ese oxígeno difícilmente vas a poder atender a los demás.

En tu día a día necesitas cuidar de ti, de tus espacios, de tu disfrute y descanso para poder así estar con, o ayudar, a tus seres queridos.

Beneficios del autocuidado para la salud mental y el bienestar

  • Reducción del estrés. El autocuidado implica escuchar nuestro cuerpo y atender a nuestras necesidades. Por tanto, nos va a animar a poner límites (por ejemplo, horas que estoy delante de una pantalla o sentado·a, tiempo que dedico al trabajo y a los “tengo que”, a descansar…) y priorizar aquello que nos siente mejor a corto, medio y/o o largo plazo (moverme, dedicar tiempo a actividades placenteras y de desconexión…) Todo ello se va a ver reflejado en un descenso o mejor regulación del estrés.
  • Favorece la regulación y estabilidad emocional, por lo que habrá también una mejora del estado de ánimo.
  • Aumenta la energía y la calidad de vida, lo cual tiene un impacto directo en nuestro bienestar y salud mental.
  • Mayor autoconocimiento y aumento de la autoestima. Poner el foco en el autocuidado nos ayuda a conocernos mejor (conciencia emocional, necesidades, preferencias y prioridades). Además, el hecho de cuidarnos nos hace sentir bien con nosotras·os mismas·os, sintiéndonos más capaces y válidas·os; al mismo tiempo que se va desarrollando una mirada más compasiva.
  • Genera recursos de afrontamiento y capacidad de resiliencia para aquellos momentos más difíciles o retadores de la vida.
  • Fomenta la creación y mantenimiento de una red de apoyo de calidad y nutritiva.

Cómo practicar el autocuidado emocional en la vida diaria

Estrategias efectivas de bienestar personal

Como bien venimos comentamos, la estrategia principal para nuestro bienestar emocional es atender a nuestras emociones y necesidades. Y para ello, necesitamos poder identificarlas. Por ello, te proponemos que lleves a cabo el ejercicio de “las pausas”. ¿Qué son? Se trata de hacer, como bien su nombre indica, pausas de unos pocos minutos varias veces al día. Durante este momento, vas a observarte: cómo estás y cómo está tu cuerpo, como si hicieras un escáner por todo él (postura, sensaciones físicas, presencia de algún malestar, tensión o dolor…) De esta forma podrás ir generando una mayor conciencia corporal y emocional y, también, encontrar la forma de regularte. Puede que este momento necesites estirarte o cambiarte de postura, beber agua, salir a pasear…

Igualmente importante es darnos espacio y tiempo para descansar, calmarnos y reconectar. Dar espacio al descanso y a la posibilidad de no hacer nada.

En italiano existe la expresión “ «il dolce far niente», la cual expresa la experiencia de disfrutar del paso del tiempo, de lo agradable de dejarse llevar por los pensamientos o a donde nuestra mente quiera llegar… sin estrés, urgencia o presión. Lo único importante es vivir el momento presente, sin la necesidad de estar produciendo, únicamente vivir el momento, un momento de «no hacer nada».

Ejemplos prácticos de autocuidado diario

  • Dedica unos minutos (o más) a estar contigo misma·o, sin pantallas ni estímulos externos. Te ayudará a observarte y conectarte contigo, con cómo estás y lo que necesitas.
  • Incluye alguna herramienta o actividad de observación y reflexión: espacio en silencio, meditación, escritura, movimiento consciente…
  • Destina tiempo de tu día a algo que te haga sentir bien y sea placentero. No tiene que ser nada elaborado ni costoso ni que implique demasiado tiempo. Puede ser desde una bebida caliente con música o vistas que te gusten, un paseo agradable al volver a casa, hacer deporte, una actividad manual…
  • Practica actividades o incluye herramientas de gestión del estrés (yoga, mindfulness, respiración consciente…)
  • Si eres madre o padre, permítete tiempo para ti y tu cuidado dentro de tus posibilidades.
  • Cultiva tus relaciones. Llama, escribe o queda con aquellas personas que te nutren.
  • Háblate de una forma amable y compasiva. Todas·os podemos equivocarnos, tener un mal día o desanimarnos. En esos momentos háblate, y trátate, como lo harías con alguien al que quieres.

Cómo el autocuidado mejora las relaciones personales

En el autocuidado emocional las relaciones sociales tienen un lugar esencial, ya seas más extrovertida·o o introvertida·o.

Las personas con las que nos sentimos en calma, queridas·os y atendidas·os, con quienes podemos ser naturales y genuinas·os, influyen positivamente en nuestro estado emocional y bienestar.

Priorizar espacios de calidad para ti misma·o va a implicar en muchas ocasiones a otras personas, siendo espacios donde cultivar las relaciones desde un lugar genuino, de apertura y disponibilidad.  Al prestar atención a tu autocuidado emocional podrás poner límites y establecer una comunicación más asertiva, construyendo así relaciones más seguras y en un estado de más presencia y disfrute. No lo olvides, al estar más alineada contigo misma·o hay más posibilidades de crear o reconstruir relaciones de seguridad y de conexión.

La importancia del autocuidado para mejorar tu autoestima

Uno de los beneficios del autocuidado emocional es el aumento de la autoestima. Como ya adelantábamos, tratarnos bien, con cariño, permitirnos lo espontáneo, disfrutar… va lleno de sensaciones agradables que repercuten sin duda en la forma en la que nos vemos a nosotras·os mismas·os y, por tanto, a la valoración que hacemos de nosotras·os.

Cuidarse emocionalmente va de la mano de un mayor sentimiento de valía y a un reconocimiento mayor de nuestros gustos, fortalezas y capacidades.

Consejos de autocuidado para reducir el estrés y mejorar la salud mental

Técnicas de mindfulness y autocuidado

El mindfulness se conecta de muchas formas con nuestro autocuidado. En primer lugar, supone dedicar tiempo del día a pararse y centrarse en una·o misma·o, lejos de las ocupaciones y “deberías”. En segundo lugar, es una herramienta muy valiosa para empezar a conectar con nuestro cuerpo y nuestras necesidades. Implica observarse, aumentando nuestra conciencia corporal y emocional, al mismo tiempo que nos ayuda a ser conscientes de cómo es nuestro diálogo interno. De esta forma, podemos empezar a desarrollar otra forma de hablarnos más amable y compasiva. En último lugar, también nos ayuda a regularnos emocionalmente. Es una herramienta reguladora per se, reduciendo los niveles de estrés y la ansiedad, y la vía para poder darnos cuenta de qué necesitamos y dárnoslo después.

Autocuidado para mujeres ocupadas: cómo encontrar tiempo para ti

Es una realidad que como mujeres podemos sentir una sobrecarga y encontrarnos con dificultad para encontrar tiempo para una misma. La famosa carga mental y el elevado número de responsabilidades y cuidados que llevamos a la espalda pueden interferir en pensar, o atender, a nuestro cuidado y bienestar, o incluso en sentir culpa cuando lo hacemos.

El primer paso es pensar en cómo es tu día y las actividades que llevas a cabo: ¿todas dependen exclusivamente de ti? ¿eres imprescindible en ellas? ¿haces o participas en cosas que realmente no quieres y te quitan tiempo de otras?

Aunque son preguntas generales, nos pueden ayudar a tomar conciencia.

Después de tomar conciencia, hay que aventurarse al paso más importante, y puede que de los más difíciles: aprender a poner límites, a los demás pero también a una misma. Realmente el autocuidado emocional va de esto, de aprender a limitar aquello que no nos hace bien o no es prioritario para dar espacio y margen a aquellas otras cosas que sí.

¿Qué hacer si me siento culpable al dedicarme tiempo a mí misma?

La sociedad ha transmitido durante siglos, y perpetua de forma más o menos explícita hoy, el mensaje de que el papel de la mujer es cuidar, priorizando así antes el cuidado de los demás que el propio.

Es fundamental entender de donde viene la culpa y qué la alimenta. Es una emoción como cualquier otra que debemos escuchar pero también aprender a regular, no evitarla. La realidad es que gran parte de esta culpa no es exclusivamente algo “tuyo”, si no que es compartida por (casi)todas las mujeres.

Recuérdate: “tienes derecho a priorizarte, tienes derecho a descansar, tienes derecho a disfrutar, tienes derecho a cuidarte…” Y ayúdate de la metáfora de las mascarillas de oxígeno en el avión: para ayudar y cuidar a los demás necesitas atenderte y cuidarte a ti misma.

Es momento de empezar a priorizarse. Y no, no es egoísta querer cuidarse y favorecer nuestro bienestar y salud emocional.

Si sientes que la culpa es demasiado frecuente e intensa y no sabes cómo manejarla, la terapia psicológica te ayudará a entenderla, trabajarla y aprender a gestionarla. En Lume Psicología, centro de atención psicológica en Madrid y online, podemos ayudarte a trabajar esta culpa y lo que le rodea.

Invertir en autocuidado es invertir en bienestar y felicidad

Atender a nuestras emociones y necesidades es una parte fundamental para nuestra salud física y emocional, no podemos dejarlas de lado. Por ello, en un mundo que fomenta la urgencia, la producción y la individualidad invertir en autocuidado emocional es una forma de invertir en nuestro bienestar y felicidad. Ahora más que nunca necesitamos espacios donde poder parar a observarnos, pensarnos y reflexionar sobre nosotras·os mismos, lo que nos ocurre, lo que deseamos… Necesitamos incorporar más autocuidado emocional en nuestro día a día.

En Lume Psicología, centro de atención psicológica en Madrid y online, valoramos mucho la existencia de espacios donde pensarse y cuidarse. Por ello, no solo ofrecemos servicios de terapia psicológica sino también talleres y grupos de mindfulness. Si estás interesada·o en incluir más estrategias de autocuidado emocional, no dudes en contactarnos.

Hola, soy Laura

Psicóloga sanitaria y con formación en Mindfulness y gestión emocional

Desde Lume Psicología, busco facilitar un espacio respetuoso, seguro y reconfortante en el que puedas abrirte, pensarte y conectar con aquellas emociones, pensamientos, sucesos y/o partes de ti que no te resultan tan agradables.

Busco acompañarte en este camino para ayudarte a sanar y cultivar un estado de calma y bienestar.

Meditación

Despertares Conscientes

También te pueden interesar...
Scroll al inicio
El tratamiento de los datos tendrá su legitimación en el consentimiento explícito prestado por el interesado, asegurando éste que los datos facilitados son adecuados y veraces. Dichos datos se almacenarán en nuestros sistemas mientras dure la relación entre interesado y responsable procediendo a su borrado cuando ésta finalice salvo obligación legal o en el momento en que el interesado solicite retirar su consentimiento. Así mismo, se informa de que sus datos no serán utilizados para la creación de perfiles ni formarán parte de ningún proceso de decisión automatizada. En relación a las transferencias de datos a Terceros Países, se informa que de producirse, será únicamente con la finalidad anteriormente mencionada. Podrá ejercitar sus derechos de acceso, rectificación, supresión, limitación del tratamiento, portabilidad y oposición dirigiendo escrito a

LAURA VIEITEZ POLLÁN con domicilio en CL/ Gabriel Lobo, 18, B DCHA. 28002 Madrid o mediante correo electrónico a la dirección laura.vieitez@outlook.es. Así mismo podrá ponerse en contacto con el Delegado de Protección de Datos en el e-mail siguiente: apm@desarrolloempresarialnormativo.com. Además, se informa de que el interesado podrá presentar reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos (teléfono: 901 100 099, CL/ Jorge Juan, 6. 28001 Madrid) o su sede electrónica (https://sedeagpd.gob.es/sede-electronica-web/) en cualquier momento en el que supusiera vulnerado el correcto uso de sus datos de carácter personal o no atendida cualquier solicitud de ejecución de sus derechos.